La carilla de composite también se aplica a la superficie frontal de la pieza dental, mejorando su color, forma, tamaño y textura, pero no requiere reducción del diente y se puede realizar en una sola visita, lo que la convierte en una alternativa sencilla y rápida a la carilla de porcelana para tratar dientes torcidos, manchados, dañados o separados. Es una técnica muy utilizada cuando hay que cubrir espacios interdentales, corregir fracturas, cambiar el color y tapar manchas.