Los implantes dentales consisten en una raíz artificial de titanio que se inserta en el hueso maxilar superior o inferior y actúa como soporte para las prótesis que harán la función de dientes de artificiales. Esta técnica es biocompatible con el organismo y su colocación requiere una pequeña intervención quirúrgica de 20 minutos indolora. 

Generalmente, esta técnica se utiliza para reponer piezas ausentes o en mal estado sin dañar las piezas dentales contiguas y su gran ventaja es que no es necesaria su remoción para tener una buena higiene bucal. 

La carilla de porcelana es una lámina cerámica que se coloca en la parte visible del diente con una resina especial. La finalidad de este tratamiento es cambiar el aspecto de la pieza dental, mejorando su estética; algo que es fácil mantener en el tiempo, pues no se mancha ni se tiñe. Su resistencia, adherencia y comodidad la convierten en una alternativa muy práctica y solicitada, ya que permiten comer con normalidad y mantener una buena higiene bucal, además de conseguir un efecto estético inmediato y muy natural. 

Es una técnica muy utilizada cuando hay que cubrir espacios interdentales, corregir fracturas, cambiar el color y tapar manchas. La carilla de composite también se aplica a la superficie frontal de la pieza dental, mejorando su color, forma, tamaño y textura, pero no requiere reducción del diente y se puede realizar en una sola visita, lo que la convierte en una alternativa sencilla y rápida a la carilla de porcelana para tratar dientes torcidos, manchados, dañados o separados.